A través de estas iniciativas, que forman parte de un proceso más amplio como es el promover y trabajar para construir sociedades pacíficas, se lleva a cabo un abordaje de las implicancias del mandato de masculinidad patriarcal, el cual resulta fundamental para desarmar estructuras y proponer nuevas formas para que las personas se relacionen sin violencia.
Lorena Bacci, funcionaria a cargo de la mencionada Subsecretaría, explicó que la segunda fase del proyecto, profundiza la estrategia de trabajo iniciada durante 2021, buscando establecer una política sólida y uniforme en el abordaje de la masculinidad y la violencia en el ámbito del Ministerio.
“Esta segunda etapa trabajará con los varones que se encuentran bajo supervisión del Instituto de Presos y Liberados (IAPL) por delitos que involucran violencia de género”, señaló Bacci y agregó que ya se desarrollaron encuentros en Viedma, Cipolletti y Bariloche en los cuales se presentó a los equipos del IAPL, la propuesta pedagógica a desarrollar.
La misma contiene un curso de formación de 40 horas para los equipos de profesionales seleccionados y posteriormente el diseño e implementación de un dispositivo grupal y comunitario para abordar la problemática de la masculinidad y la violencia.
El proyecto cuenta con la supervisión técnica del Centro Marie Langer de España, creadores de la metodología ProCC (Procesos Correctores Comunitarios).
En este sentido, Bacci señaló que el objetivo central es instalar capacidad técnica y formativa para desarrollar dispositivos de intervención grupal y comunitaria bajo la metodología de los ProCC para el trabajo con varones que ejercen o han ejercido violencia, a fin de prevenir nuevos hechos de violencia y disminuir la frecuencia del fenómeno de la reincidencia.
“Esta metodología fue seleccionada en otras opciones particularmente por ser una metodología comunitaria que tiene por objetivo estudiar y trabajar sobre los problemas que atraviesan nuestra vida cotidiana, promoviendo una mirada crítica, favoreciendo el protagonismo personal-social y la acción participativa de la población en la resolución de sus contradicciones. A su vez, es una metodología con gran capacidad de adaptación, permitiendo trabajar sobre un amplio abanico de temáticas como es el caso de la violencia de género”.
La funcionaria también destacó que previo al inicio de la formación se realizó un diagnóstico del equipo a capacitar, así como también se relevó información sobre el perfil del varón con el que se trabajará. “Aunque este proyecto es una continuación, del proyecto “Masculinidad(es) Hegemónica(s) y Violencias que realizamos el año pasado, la formación que los equipos recibirán se ha ajustado la propuesta al perfil de los profesionales que trabajan en el IAPL”.